Mario CASTELLANOS ALCAZAR
El Sistema de Salud en Oaxaca se resquebraja en plena pandemia debido a la mala administración de cinco Secretarios que han sido titulares de la institución en menos de cinco años de la administración del Gobierno Estatal, sin que nadie haya resuelto el desvío de recursos- vía presupuesto, y el rezago en materia de salud.
Por cierto, la corrupción en los Servicios de Salud en Oaxaca (SSO) se ha acentuado precisamente en esta temporada de la pandemia del COVID- 19, por lo que el incremento de los contagios es incesante ante la falta de recursos, vía presupuesto, pero más, por la opacidad en que se ha manejado el dinero,
Más de 7 mil millones de pesos manejados vía presupuesto en el año 2020 y otra cantidad, arriba de esta, en el 2021, están en tela de duda; no se ha esclarecido, como se gastaron, en la aplicación de los programas de salud, sobre todo en el combate y prevención del coronavirus.
Por tanto, en pleno pico de la tercera ola del padecimiento se han despedido a mil 500 médicos, enfermeras y auxiliares porque no hay recursos para el pago de sus servicios; el despido de estos fue a partir del 15 de agosto, al vencer sus contratos.
Por cierto, de este decaimiento en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) se responsabiliza al Secretario de Salud, Juan Carlos Márquez Heine, quien ha sido cuestionado y denunciado de presunto fraude, además, de negligencia, al no atender sus funciones, pues nunca se le ve desempeñando su responsabilidad, mientras tanto, los problemas y demandas crecen.
Procede del Estado de México, por tanto, casi no se le ve, atendiendo sus funciones en Oaxaca, por consiguiente, se multiplican los problemas y demandas de los trabajadores de la salud, derivando, no solo, el despido de mil 500 trabajadores de la institución, sino que los hospitales están colapsados en la ciudad de Oaxaca y las regiones de la entidad.
Incluso, se han realizado una serie de manifestaciones de protesta porque los servicios de limpia y seguridad sanitaria están paralizados, principalmente el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso” de la capital oaxaqueña, inundado de desechos y residuos biológicos, que pudieran causar infecciones y daños a la salud por contaminación.
Los quirófanos están paralizados, así, como los servicios médicos de otras áreas, así, mismo, los edificios rentados para el funcionamiento de las oficinas de los Servicios de Salud de Oaxaca, no están funcionando en gran parte, debido a que los SSO no ha pagado las rentas a los propietarios, que por supuesto están protestando.
Se agrava la situación, debido, a que los proveedores de alimentos, productos y servicios a los hospitales, tampoco se les ha pagado, por lo que suspendieron el abasto de bienes; por todo esto, se han iniciado una serie de movilizaciones por los trabajadores de los servicios sanitarios y limpieza, prorrogados a una empresa privada, pues a más de un centenar, no les han pagado, debido a que los Servicios de Salud, no ha liquidado cuentas.
Las movilizaciones vienen por parte de los trabajadores despedidos con 10 o 5 años de servicios, tratándose de los eventuales y de contrato, que estuvieron en primera línea de la pandemia, pues, ni los de base desempeñaron dichas funciones.
De por sí, los Servicios de Salud de Oaxaca, está por los suelos; no hay estabilidad, ni atención a dicho sector, debido a la política negligente de los funcionarios, pues en los cuatro años y medio del Ejecutivo del Estado, ha habido cinco Secretarios de Salud: Gabriela Velásquez, Celestino Alonso Álvarez, Juan Díaz Pimentel, Donato Casa Escamilla y Juan Carlos Márquez Heime.
Todos a la deriva, de ahí, que la política de salud ha sido un fracaso en la entidad oaxaqueña; el argumento de Márquez Heine, es que no hay recursos para la salud en Oaxaca- y por tanto, dice, que se requiere una ampliación del presupuesto de mil 600 millones de pesos para el pago del personal eventual y de contrato.
Esto ha dado lugar a que el Secretario de Salud- Márquez Heine, sea uno de los más cuestionados, al grado, que el Congreso del Estado ha pedido su renuncia- Heine ha sido tildado de corrupción, ante la opacidad de los recursos- más de 7 mil millones de pesos y un déficit de 10 mil millones de pesos, que no se sabe en donde quedaron, cuenta que se viene arrastrando desde administraciones pasadas, cuestión que se agudiza en el actual gobierno.
carloscastellanos52@hotmail.com