Mario CASTELLANOS ALCAZAR
El 30 de agosto es el Día Internacional de las Desapariciones forzadas, y por supuesto, que los familiares de las víctimas ocupan esta fecha para protestar en México y en diferentes países, en lo general, en contra de los gobiernos que carecen de estrategias y políticas para esclarecer y frenar las desapariciones.
México, no es la excepción, es donde se agudizan las desapariciones forzadas, y por supuesto, los gobiernos, en sus tres niveles: federal, estatal y municipal, no se han dedicado de lleno para aplicar la justicia, la ley y el derecho, todo es corrupción.
El Colectivo “Oaxaqueños Unidos Exigiendo Justicia” dice que no hay una política de gobierno que garantice la búsqueda de los desaparecidos, que no son pocos, ni unos cuantos, son 80 mil víctimas a nivel nacional- y cuando menos, 500 en Oaxaca, sin embargo, no hay un estado de derecho, que priorice la demanda de justicia de los familiares de los desaparecidos.
Uno de los desaparecidos es el joven, Aldo González Aguirre, oaxaqueño, visto por última vez, el 8 de agosto del año 2013, hijo de familia, dedicado a sus estudios de ingeniería en Desarrollo Sustentable. Se dirigía a la comunidad de San Mateo Río Hondo, distrito de Miahuatlán.
Desde esta fecha sus padres no saben nada de su hijo, han dedicado horas, días, meses y años, en su búsqueda, exigiendo justicia, acudiendo a las autoridades, sin encontrar respuesta. El Gobierno se ha enconchado con ironía mientras los familiares siguen en su pesar y angustia.
Por tanto, en esta fecha, los colectivos, defensores de los derechos humanos, organizaciones sociales y políticas dedican su tiempo a protestar a lo largo y ancho de la República Mexicana, en lo general, en contra de los gobiernos en turno por la omisión de su responsabilidad.
Por supuesto, que Oaxaca no es la excepción, aquí también, se han venido denunciando 500 desaparecidos, pero, seguramente hay muchos más- de años atrás – y no hay respuesta de las autoridades, ni del Ejecutivo, ni de la Fiscalía General de Justicia.
Ninguna de estas autoridades ha tenido la responsabilidad, que les confiere el derecho de ser servidores públicos, así, el Fiscal General de Oaxaca, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, ni el Ejecutivo, han recibido a los familiares de los desaparecidos, pese a que lo han solicitado de tiempo atrás para entablar relaciones en la búsqueda de los suyos.
Por tanto, los Colectivos “Oaxaqueños Unidos Exigiendo Justicia” y “Manos Migrantes No Olvidados”, en este día, harán sentir sus protestas en la capital oaxaqueña para reclamar por el silencio del gobernador en turno- y así, mismo, exigir soluciones y la aplicación de la justicia en favor de las familias de los desaparecidos.
Por cierto, que el presidente de la Cuarta Transformación de México, la 4T, Andrés Manuel López Obrador, ya dio señales para la integración de organismos con facultades para la investigación, justicia y búsqueda de los desaparecidos.
En cada una de las entidades se tendrá que nombrar una Comisionada de Búsqueda de los Desaparecidos- y asimismo- una Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, con todo el apoyo de los gobiernos: federal, estatal y municipal.
En Oaxaca se nombró recientemente la Comisionada de Búsqueda de Desaparecidos, pero aún falta, la Comisión Ejecutiva, sin embargo, hay tortuguismo- y hasta consigna de no hacer caso a la demanda de las víctimas.
Tal parece, que el mismo Estado es el promotor de las desapariciones forzadas, como medida de represión a los opositores del sistema, por sus ideologías, pero también, hay desaparecidos pacíficos, que se dedican a sus actividades- o bien, son estudiantes, profesionistas, empresarios y hasta campesinos.
En fin, son en los tiempos de lucha, de crisis social, política, económica, de convulsiones y desigualdades sociales, cuando se dan las desapariciones, como medida de represión, tal vez, para distraer a la sociedad- y entrar- en pánico, como parte de una política intimidatoria.
En sí, los colectivos, han manifestado, que están cansados de exigir justicia al gobierno, pero no se da, por lo contrario, se les condena y ofende, al manifestar, que los desaparecidos son violentos, delincuentes, drogadictos, problemáticos, rebeldes y falta de responsabilidad social.
No es así, no todos son mafiosos, en lo general, son estudiantes, profesionistas, empresarios, campesinos, jóvenes intelectuales e ideólogos, de visión y de futuro, dicen los Colectivos y Comisiones de Derechos Humanos.
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