Mario CASTELLANOS ALCAZAR.
Un nuevo episodio político se está viendo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a la mitad de su mandato y en el trance de su Tercer Informe del Estado que Guarda la Administración Pública Federal, un tanto tensa y no muy convincente del sentir de los mexicanos.
Para muchos mexicanos, causa dramatismo el pleito casado entre el presidente de México y el Ricky, Riquín Canallín, Ricardo Anaya Cortés, excandidato del PAN, PRI, PRD, a la presidencia de México, por cuestiones de celos políticos, y porque este, se siente perseguido- y “desde el exilio, luchará por la salvación de los mexicas”, no hay nadie más, corrupto-
Anaya, militante del PAN, está confabulado en el fraude de la empresa Odebrecht, al haber recibido 6.8 millones de pesos, siendo diputado, para aprobar, junto con sus alfiles, la Reforma Energética, para entregar Petróleos Mexicas a manos de extranjeros en la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
Otro incidente del Gobierno de la 4T, fue la semana pasada, cuando un bloque de maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), un tanto altaneros y como si fuera una consigna de los conservadores, bloquearon el paso del presidente en Tuxtla Gutiérrez Chiapas.
Esto sucedió, en la gira de trabajo, que el gobierno de la Cuarta Transformación de México, la 4T, hizo al Estado de Chiapas, en donde fue interceptado por los maestros disidentes, que no lo dejaron pasar, obstruyendo el paso de la suburban en que viajaba, pero, este contratiempo fue motivo para que no llegara a su conferencia matutina.
Por cierto, más de dos horas, estuvo sometido por la insurgencia magisterial y otros gremios, entre estos, un grupo de médicos que fueron despedidos, que lo mantuvieron agazapado en su camioneta, sin que nadie lo llegara a rescatar, ni sus guardias, ni sus operadores, ni el gobierno estatal.
Lo dejaron solo, absolutamente solo, ni la Secretaria de Educación, Delfina Gómez, hizo acto de presencia para entablar el diálogo con los maestros de la CNTE, pues le corresponde, pero en realidad, no ata ni desata, pues también está a ciegas y al servicio de lo que diga el gobierno de la 4T.
Se vio claro, la irresponsabilidad del gobernador de Chiapas Rutilo Escandón Cadenas, pero también, de los operadores del Gobierno Federal, un vació, que puso en jaque la seguridad del presidente, quien se la jugó, y sin más argumentos, dijo a los manifestantes, “que así no, con esos modos nada, todo por la buena y el derecho”.
Además, el presidente, dijo, que no se dejará chantajear por gremios, refiriéndose a los maestros disidentes, que por primera vez pusieron por los suelos la investidura del presidente, y más bien, lo sometieron a una embestidura, ruin- y calamitosa, lamentable, porque no se trata del presidente en lo personal, más bien, se trata de la investidura de México.
Lo que le pasara al presidente, no es Obrador, es a México, más bien, es el presidente de los mexicanos- y, por tanto- se le debe respetar su misión, que le encomendaron los mexicanos, su jerarquía, el valor institucional y el respeto a la soberanía nacional.
Algo anda muy mal, en el gobierno de la 4T, desde su gabinete y seguridad, carente de cohesión, responsabilidad y solidaridad, nadie sabe, nadie supo, ni sabrá su función propia, al fin, que no tienen la camiseta puesta de la Cuarta Trasformación. Todo es simulación.
Esta vez, en el caso, de la sacudida al presidente, de los maestros de la CNTE, en el Estado de Chiapas, sus operadores del presidente, actuaron a la deriva, no hubo logística, seguridad, planeación, ni articulación de las actividades con el gobernador de la entidad chiapaneca, por lo que el Ejecutivo de este Estado, Rutilo Escandón es parte responsable del desaguisado.
Escandón no tiene el control, ni la buena relación con los maestros chiapanecos, menos para cuidar la seguridad del presidente, ofendido, cuando debió coordinarse con los operadores del Gobierno Federal, pero todo, le valió un cacahuate, digno de una llamada de atención.
En este asunto, está más involucrada la Secretaria de Educación, Delfina Gómez, de quien bastaría su renuncia, si los disidentes, lo que reclamaban, es la instalación de la mesa de trabajo para replantear las demandas magisteriales, entre estas, la derogación de la Reforma Educativa del régimen del expresidente, Peña Nieto.
La mesa de diálogo, que los maestros quieren con el presidente Obrador, pudo haber sido reinstalada previamente por Delfina Gómez, sin embargo, esta no está funcionando, pues anda en otros temas, como el regreso a clases presenciales, sin tener conocimiento científico del grave riesgo de brotes de contagios del COVID 19 en los escolares, sin embargo, solo hace y dice lo que le dice el Ejecutivo Federal.
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