Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, se ve preocupado y hasta nostálgico; ya no tiene el mismo ímpetu y el brillo, que en un momento lo impulsó como aspirante a la presidencia de México para el año 2024, esto, también, porque se está quedando solo y sin gabinete, que lo fortalezca a cerrar su gobierno, que concluye el diciembre del año 2022.
Pues sí, como lo hemos dicho en esta columna, en el último año de su gobierno, se manifiestan las deslealtades e ingratitudes de sus elementos del gabinete estatal, que por ambiciones políticas electorales lo dejan solo, le tiran la camiseta, lo aburren y lo desdeñan.
Es que, en la recta final, después del V Informe del gobernador Murat Hinojosa, empieza el declive de la función pública, muchos funcionarios se van o renuncian porque aspiran a un puesto de elección popular como sucede en el proceso electoral 2021-2022, para la elección del nuevo gobernador.
Así como también hay funcionarios que aprovechan el fin del sexenio para llevarse hasta maseta. O bien, le sacan provecho al año de Hidalgo, pues es la oportunidad para sustraer las arcas públicas, y es cuando se cometen abusos, fraudes, la corrupción y la impunidad.
Pues esto es lo que le está pasando al gobernador de Oaxaca, Murat Hinojosa, se encuentra nostálgico por el poder porque los tiempos pasan apresurados y por supuesto, se hace un balance- y viene el remordimiento de conciencia porque no se cumplió cabalmente con el plan de desarrollo, que al inicio se planteó pomposamente.
O porque políticamente no le fue muy bien, o bien, su proyecto político quedó truncado al tener que entregar el poder, es decir, la gubernatura de Oaxaca (PRI), su partido de origen, que entregará irremediablemente a MORENA. Los oaxaqueños le dicen adiós al PRI- Gobierno.
La nostalgia del gobierno estatal es preocupante, está sentimental políticamente porque que le falló al PRI, su partido, que lo llevó a la gubernatura en la elección del año 2016 cundo gozaba de la fuerza hegemónico del PRI.
En fin, le acaban de renunciar 4 funcionarios de su gabinete, que se desempeñaban en puestos importantes, aunque con deficiencias, pero solapados por el alto mando estatal como pago de las facturas políticas, por lo que el gabinete quedó trunco y con malos augurios porque la administración pública está vacía.
Los que renunciaron son: el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Heliodoro Díaz Escárraga, el Secretario de Administración, German Espinosa Santibáñez, el Director del Instituto Estatal de Educación Pública, Francisco Ángel Villarreal, todos son del PRI, y por supuesto, están en campaña subrepticia en busca de la candidatura al gobierno de Oaxaca.
Todos son muratistas, impulsados por el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, maquillados con el color del PRI- Gobierno en busca de una alianza con el PAN, PRD y otros que se sumen para contender contra el partido en la presidencia de México: MORENA, sin contar con la mínima posibilidad del triunfo electoral, pero, en fin, tienen que participar por consigna del mecenas.
Todo esto está causando estragos políticos en el gobierno estatal, nostálgico por el poder, mientras los graves problemas sociales, políticos y económicos se multiplican como hongos nocivos, esto es la violencia, la inseguridad, el colapso en el sistema de salud, la educación, pero más que todo la falta de un equipo de trabajo cohesionado y con vocación de servicio.
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