Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
El martes 15 de febrero del año 2022 amanecimos con la noticia dolorosa, que a muchos nos hizo reflexionar, que la vida es un pasaje, que se nos va en el momento menos esperado. Falleció el genial periodista oaxaqueño, José Mario Medina Torres, víctima de una infección viral.
Ciertamente es una pérdida irreparable, que nos llena de angustia a quienes lo conocimos por su gran ética y profesionalismo en la locución mexicana y periodista de gran calado, todo un referente, pero a la vez, un ser humano con nobles sentimientos, que lo caracterizan como un hombre de bien, altruista, en apoyo de la clase vulnerable.
Un locutor y periodista, que nació el 16 de marzo del año 1952, precisamente, el día de San José, de ahí, su nombre original: José Mario Medina Torres, quien fue llamado por la divinidad celestial, 70 años después, con los que cuenta, hasta el momento de su gloria espiritual.
El destino lo llamó, hijo predilecto, cuya vocación ya venía marcada, tan natural, que él, no buscó al periodismo, no. El periodismo y la locución lo llamaron a gritos. Lo necesitaban por su vocación innata- y por supuesto, que aceptó. Se entregó en cuerpo y alma, hasta cumplir 50 años de ejercer la profesión periodística alternada con el manejo del vital micrófono, que lo hizo elemento clave de la radio, en su programa radiofónico, “Denuncia Ciudadana”.
De llenó, inició su carrera como comunicador social al servicio del pueblo, o más bien, de la sociedad, siempre escuchando a la gente oprimida, a los necesitados o marginados, desde los 21 años, ya sabedor de su responsabilidad y las peripecias, que encontraría a lo largo de su trayectoria, pues para esto, tendría que combatir desigualdades- y por supuesto- denunciar abusos de poder de los gobiernos en turno.
Llegó a ser un gran promotor de la justicia social, siempre pugnando por los derechos ciudadanos, así, como por la libertad de expresión, lo que, por cierto, lo hizo acreedor del reconocimiento de la sociedad en su conjunto. Un periodista intachable, sabedor de sus derechos y obligaciones, cuya recompensa es el mérito de vivir en el corazón de sus lectores y radioescuchas.
Un comunicador amado y respetado por su don de vivir en la medianía, en la honestidad y la humildad, pues para él primero es la esencia de lo espiritual y el servicio a los necesitados, muy por encima de lo material, por eso, lamentamos profundamente su partida, es irreparable, pero ganamos la gloria del ser amado, a la vez, gozamos de su genética, que para las nuevas generaciones de comunicadores la llevamos siempre como la semilla fecunda del saber periodístico.
Hombre de ciencia y de grandes relaciones humanas con la facilidad de manejar con el ejemplo, no solo al gremio periodístico, sino a los amantes del micrófono, caracterizado, con el nombramiento de Presidente Estatal de la Asociación Nacional de Locutores de México, delegación Oaxaca, cargo que deja hasta el momento de su adiós postrero.
Mi tocayo Mario Medina, como me decía, “tocayito”, siempre respetuoso, siempre impecable y culto en su forma de vestir, como siempre, elegante, lavado y planchadito, ataviado en buen tiempo con su inseparable corbata- y su amable trato con la gente. Se ganó el cariño y afecto del conglomerado.
Mario Medina, es un comunicador destacado, me quedo corto al describirlo. Es reconocido como Doctor Honoris Causa, título honorífico, que no es poco, por su labor altruista en favor de los vulnerados, de los marginados, nada menos, que fue un gestor en apoyo permanente de los niños y adultos con padecimientos de cáncer.
Mario es una historia que pasará a la historia de los inmaculados por su vocación de servicio. Algunas veces, a invitación de el mismo, lo acompañe a entregar sillas de ruedas a personas con discapacidades, entre otros servicios a la comunidad vulnerable, por eso, su nombre quedará escrito en los anales perpetuos de los archivos, en los muros, en las crónicas y en los libros de la vida social mexicana como un distinguido oaxaqueño.
Como corresponsal de las revistas: Impacto, Quehacer Político y Por Esto, así, como en medios locales, en el Imparcial de Oaxaca, hizo historia y demostró gran talento, como todo un buen maestro de la comunicación, al montar pautas, principios y valores en la defensa de los derechos humanos.
Preseas, no digamos. Es el creador del premio nacional: “Pergamino de Oro” para periodistas, destacados en actividades productivas y en la administración pública por los conceptos de honestidad, honradez y buen servicio administrativo como una forma de combatir los actos de corrupción e impunidad.
Además, el recibió, dignos reconocimientos de organizaciones sociales y periodísticas, entre estas, la presea anual “Francisco Huerta”, en el marco del Premio Nacional de Locución 2009 y un reciente galardón del Club Primera Plana por la calidad de su trayectoria periodística.
En lo personal lo siento mucho, demasiado, por su calidad humana, porque es un gran maestro- y lo seguirá siendo desde las alturas. Lo seguiremos, porque llevamos sus conocimientos y su alma mater, inoculados hasta la eternidad. Que Dios lo Bendiga.
Pronta resignación a sus seres queridos. Fue un gran hombre singular y señero. Ámenlo. Es un hombre de sociedad en toda la extensión de la palabra.
carloscastellanos52@hotmail.com