Filadelfo Figueroa
Es demasiado el robo de los presidentes municipales que los ciudadanos está agarrando la justicia en sus manos para amarrarlos y encarcelarlos.
Aquí no tienen nada que ver los colores partidistas sino el cinismo para robar y los abusos de quienes llegan a gobernar a los pueblos solamente para servirse.
Tenemos dos casos recientes, el ocurrido en San Martín Peras en la región Mixteca y el de San Juan Teitipac en Valles Centrales.
En San Juan Teitipac retienen al edil Ezequiel Hernández, por presunto desvío de recursos.
Los pobladores determinaron encarcelar al munícipe luego de realizar una asamblea general, donde exigieron un informe sobre los ingresos de la actual administración municipal.
Acusaron al edil de encubrir al tesorero municipal, quien no ha entregado cuentas claras sobre el manejo presupuestal a la comunidad.
Ezequiel Hernández fue llevado a la cárcel municipal por determinación de la comunidad.
El pasado mes de enero pobladores de San Martín Peras, en la zona Mixteca, retuvieron, golpearon y encerraron al presidente municipal Román Juárez, por cometer presuntos cargos de corrupción.
Lo tuvieron varios días encarcelado y luego amarrado lo trasladaron a la Ciudad de Oaxaca para que firmara su renuncia.
Fue llevado al Congreso del Estado y posteriormente a la Secretaria General de Gobierno, no sin antes ser amarrado a la entrada del edificio de la Cámara de Diputados y de Ciudad Administrativa.
Ante la falta de justicia los pueblos han decidido castigar a presidentes municipales corruptos y abusivos.