Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
El gobierno mexicano debe adoptar una postura inteligente, visionaria y de futuro ante la guerra, que el gobierno de Rusia ha declarado a Ucrania en el Este de Europa para no aislarse de los convenios, tratados y organismos internacionales, que están de acuerdo con imponer sanciones económicas al país que se mantiene en la ofensiva.
Desde luego, que el gobierno mexicano no está de acuerdo con estas medidas restrictivas, respecto a las sanciones económicas al gobierno de Rusia, por lo que está en “el ojo del huracán”. “Esta con dios y con el diablo”, hablando coloquialmente, que pudiera causar a México un aislamiento con los mercados internacionales, principalmente con Estados Unidos y la Unión Europea, que sí, están de acuerdo con imponer sanciones a los Bancos Rusos.
Así, como el congelamiento de activos al presidente de Rusia, Vladimir Putín, el cierre de espacios aéreos y los buques en los puertos, entre otros, que afectará las economías globales, impulsadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que incluye a Estados Unidos de América, el Reino Unido, Francia y Alemania, entre otros, de la Unión Europea en apoyo abierto a Ucrania.
La OTAN y sus aliados, encabezados por el presidente de Estados Unidos de América, Joe Biden, no solo impondrán sanciones económicas, sino también, aportarán armamento y equipos de guerra a Ucrania para su defensa contra de las tropas rusas enviadas por Putín, quien amenaza con una guerra nuclear.
Es factible la postura del gobierno mexicano, aunque políticamente no se ve así; resulta que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, esta con Rusia y con Ucrania. No quiere perder la relación con ambos, con respeto a la autonomía de estas naciones, a la diplomacia, a lo no intervención y autodeterminación de los países del mundo; por este lado está bien.
Por el otro lado, no, y por supuesto, que el Gobierno de los Estados Unidos, no lo ve así, desde el punto de vista geopolítico, ni los pises de la Unión Europea, ni la OTAN, que es una alianza militar, que pudieran marginar a México en los tratados comerciales y operaciones financieras por su ambigüedad del presidente que no jala parejo al escudarse en el amor y paz.
Es que el gobierno de México debiera ir de la mano con el gobierno de los Estados Unidos, principal socio comercial, por tanto, ante la falta de determinación contundente del presidente mexicano pueden crearse diferencias con el vecino país del norte en estos momentos históricos de crisis, cuando la guerra declarada por el gobierno de Rusia puede afectar a la economía global, como, así será, no hay duda, que los efectos serán severos en el ámbito internacional en detrimento de las economías, en lo político, y lo social.
Cierto es que el gobierno de los mexicanos ha sido tardío para dar su postura en cuanto a la guerra de invasión de Ucrania por parte del Rusia. Fue el 24 de febrero cundo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, declaró, que México rechaza y condena la invasión del gobierno de Rusia a Ucrania y se pronuncia por el diálogo y la paz sin llegar al uso de las armas.
La tesis de México es todo por la buena, nada por la fuerza, con amor y paz mientras las tropas rusas han invadido a la capital de Ucrania, pretenden lograr la desmilitarización de este país y por supuesto someterlo al domino de Rusia.
Así, porque Ucrania tiene sus antecedentes históricos al haber pertenecido a la Unión Soviética hasta la desaparición de esta, en el año 1991, convertida en repúblicas independientes, entre estas, la misma Ucrania y Rusia, esta última, sucesora de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que había surgido durante la Revolución Rusa en el año 1917, cuya existencia fue de 69 años.
Hoy en plena guerra, que amenaza con extender su fuego a otras naciones involucradas por la misma historia de las repúblicas separatistas, que como en el caso de Ucrania, piden el apoyo de las organizaciones internacionales, incluyendo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para deliberar en favor de la paz y la defensa de los derechos humanos.
Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU tendrá una segunda reunión de sus integrantes para definir los acuerdos entre ambas naciones, que cesen el fuego en el Este de Europa, la amenaza de guerra sigue en Ucrania con cientos de muertes de civiles y elementos de las tropas, sin embargo, el país invadido ha mantenido su resistencia en defensa de su patria.
El genocidio es condenado a nivel mundial, salvo excepciones; hay dolor y luto en el alma de la humanidad, que hace votos por la paz y la estabilidad social, política y económica del mundo.
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