Mario o Carlos Castellanos Alcázar es un periodista oaxaqueño reconocido por su teoría en conocimientos adquiridos desde hace 40 años, reportero de Diarios locales y corresponsal de Medios nacionales, autor de la columna “Arena Política” con título de la Secretaría de Educación Pública- SEP- Maestro de Educación Primaria, analista de temas políticos, económicos y sociales.
Por supuesto que el mal ejemplo del gobierno mexicano cunde, respecto al discurso de odio a los comunicadores sociales y a todos los sectores que no comulgan con su doctrina, o bien, cuando estos denuncian cualquier síntoma de corrupción e impunidad.
Su turno fue del presidente del Comité Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Mario Delgado Carrillo, quien estuvo en Oaxaca el pasado fin de semana- y en una conferencia de prensa calificó a los periodistas oaxaqueños con el mote de mercenarios.
El gremio periodístico reaccionó a los insultos, falta de ética y correlación al discurso de odio de Mario Delgado Carrillo, sin tener la razón, o porque no era el caso, ni el momento, pues solo trato de simular al gobierno de la Cuarta Transformación de México, la 4T.
Quien desde el Palacio Nacional deplora a los comunicadores con el mismo calificativo de mercenarios, que dicen la verdad- y por supuesto, denuncian actos de corrupción e irregularidades como el caso de la “Casa Gris” de Houston, Estados Unidos y presuntos conflictos de interés.
La respuesta de los comunicadores sociales, que habían sido invitados a dicha conferencia de prensa para dar a conocer el registro oficial del candidato de MORENA a la gubernatura de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, fue condenatoria. Le exigieron respeto y por supuesto lo abuchearon. Las rechiflas fueron unánimes en contra del grotesco dirigente nacional de los morenistas.
No es lógico ni es natural, ni saludable para el mismo partido guinda, ni para el candidato de MORENA a la gubernatura de Oaxaca, pues en lugar de apoyarlo le da en la “torre”- y lo deja en entredicho, total si los comunicadores son invitados a una conferencia es porque los políticos necesitan de los servicios profesionales de los periodistas- y luego salirles con la majadería de Mario Delgado; no va con el respeto a la libertad de expresión.
Sin son mercenarios para que invitarlos, si en realidad, la función de los periodistas, por naturaleza son críticos, analíticos, reflexivos y constructivos en la conformación de un nuevo sistema de gobierno, a la vez, buscan el equilibrio entre las fuerzas políticas, los actores, los protagonistas, el pueblo y los gobiernos del partido que sean.
Esto fue lo que dijo, Mario Delgado Carrillo a los periodistas oaxaqueños:
“No es casualidad que ahora se lancen contra todo, algunos mercenarios de los medios de comunicación que se hacen llamar periodistas, pero no son periodistas”. Luego trató de enmendar lo dicho ante los reclamos, abucheos y rechiflas de los comunicadores, “manifestando que no era para ellos”, se refería al gremio oaxaqueño, pero ya el golpe estaba dado.
Lo que sí, en los últimos meses, el gobierno se ha lanzado despectivamente en contra de los periodistas independientes, que, a decir, del mandatario no son de su círculo, pues no acepta crítica alguna- y si alguien hace alguna observación o bien, denuncia corrupción o irregularidades, los tacha de conservadores, chayoteros, fifís y enemigos de la Cuarta Transformación, la 4 T.
Restringir a la prensa en sus funciones con un discurso de odio, también es corrupción, se combate, por un parte- y por la otra se propaga, sin embargo, esta política represiva le ha sido contraproducente al gobierno, desde los foros nacionales e internacionales- y por supuesto, que se demerita en su doctrina anti corrupción y el combate a la impunidad.
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