Mario CASTELLANOS ALCAZAR
PAN, PRI Y PRD EN DEBACLE
El pasado fin de semana fue de intensa actividad política electoral en Oaxaca con rumbo a la elección del gobernador, que tendrá lugar el 5 de junio del año 2022 con el registro de los candidatos que aspiran la silla gubernamental, cuyo proceso está muy raquítico en cuanto a la infraestructura partidista, aspirantes, y asimismo, de la participación ciudadana.
Por supuesto que no hay opciones contundentes y propuestas claras, tampoco proyectos de incentivación a los electores oaxaqueños, que están en la penumbra por la falta de plataformas partidistas y credos ideológicos de los aspirantes, que prácticamente van con las manos vacías, más bien a la aventura.
Sin embargo, los actores políticos van a tentadillas, por decir, tratan de cumplir con los tiempos electorales en cuanto al registro de los candidatos a la gubernatura como sucedió el pasado fin de semana, tratando de impresionar a los electores, pero no; todo parece un simulacro.
El primer candidato que se registró hace 8 días fue el de MORENA, Salomón Jara Cruz, quien aún está en espera de la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, respecto a la controversia en su contra interpuesta por la senadora Susana Harp Iturribarría, quien también aspira a la gubernatura, por cierto, hay incertidumbre política electoral en espera del dictamen final para saber quién de los dos será en abanderado.
Aunque ya se adelantó Salomón Jara Cruz; hay nerviosismo en las filas morenistas, pero, el proceso continúa, por lo que el pasado fin de semana se registraron: Alejandro Avilés Álvarez, por el PRI; Natividad Díaz Jiménez, por el PAN y Bersaín López López, por Nueva Alianza, sino es que otros, de menor escala y presencia, aunque de estos, no hay mayores referencias por su nula militancia y sin plataformas ideológicas.
Con Natividad Díaz, presidenta estatal del blanquiazul, se espera la debacle del PAN, cuyo partido naufraga en el desierto, claro, sin militancia, sin programas, estrategias, cuadros políticos territoriales, seccionales y municipales, pero sí, nadando en una gran corrupción, división y un cisma profundo, a la vez, que está inmerso en un rotundo cacicazgo familiar, un partido de hermanos y parientes que viven y van a la pepena de presidencias municipales y diputaciones plurinominales sucesivas.
El PRI, el PAN y el Partido Nueva Alianza, no van con la intención de ganar la contienda electoral, sino de hacer presencia para sustraer las prerrogativas y subsidios, que la federación autorizó al Instituto Nacional Electoral (INE), de más de 19 mil millones de pesos para el ejercicio 2022, incluyendo las partidas a los partidos políticos para alimentar a sus candidatos a gobernadores de 6 entidades incluyendo a Oaxaca.
En el caso de Oaxaca, los candidatos ya mencionados no tienen opciones, van solos. El PRI, PAN, PRD, están tan pulverizados, que no lograron la alianza consabida en la elección del gobernador, pero sí, van a la caza de diputaciones y senadurías plurinominales- y lo que le caiga, incluso, en el próximo gobierno, que según encuetas será morenista.
Por supuesto que, al no tener oferta electoral, estos partidos, impusieron a sus peores candidatos para empujar el triunfo del candidato de MORENA, que tiene altas preferencias de ganar la gubernatura de Oaxaca, pues nadie duda, que son valores entendidos para asegurar un puesto en la próxima administración morenita.
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