Salvo que ocurriera algo «extraordinario» el a partir de hoy retirado jugador de los Dallas Cowboys no regresará a los emparrillados. Nunca digas nunca, por eso Tony Romo no garantiza en un 100 por ciento que jamás volverá a enfundarse un jersey NFL, aunque para que eso suceda debería ser una situación extraordinaria.
«Me encantaría poder decirles de manera totalmente cierta y en un 100 por ciento que jamás volveré a jugar futbol americano en mi vida, no me veo regresando, pero se han visto tantas cosas en este deporte, como el caso de Brett Favre, que nada es seguro.
«Les comento que es un 99 por ciento (no volverá a jugar). Si por alguna loca razón me despidieran a media temporada de mi nueva aventura en CBS, supongo que tendría que pensar en posibilidades como disputar un torneo de golf o tochito bandera», dijo Romo.
El mariscal de campo de los Dallas Cowboys, que hoy anunció su despedida de los emparrillados, aseveró que no duda que recibirá un par de llamadas de equipos deseperados para buscar sus servicios, pero dice tener la mente muy clara.
«Seguramente sonará mi teléfono en estas fechas porque no existen suficientes QB en esta liga que te puedan ganar 12 partidos como yo, pero rechazarlos no creo que sea tan difícil».
La historia de vida de este jugador tiene varios giros, pues el veterano pasador de los Cowboy es de origen mexicano. Su abuelo, Ramiro Romo, emigró de Múzquiz, Coahuila, a San Antonio, Texas, en busca del sueño americano.
El mariscal estudió en la Eastern Illinois University, donde rompió numerosos récords hasta que fue comprado como agente libre por los Cowboys durante el Draft de 2003, otros equipos que lo buscaron fueron los Broncos, Cardinals y Dolphins.
Desde entonces Tony Romo dedicó su carrera a este equipo y en 2006 robó la titularidad a Drew Bledsoe. Hasta el día de hoy aún tendría pendiente una temporada más y 16 millones de dólares de por medio.
